Chile es un país que se destaca por sus grandes avances estructurales, tecnológicos, económicos entre otros. Pero ha dejado de lado algo muy importante, y es el enfoque social.
Desde gobiernos anteriores, se ha venido acumulando un descontento social que gira en torno a la desigualdad, trabajos mal pagados, servicios públicos decadentes y un empeoramiento de la calidad de vida.
En el ámbito laboral, son muchas las quejas que sustentan este descontento social, siendo las actividades sin valor, tareas repetitivas, y procesos mal creados lo que cada vez desmotiva a las personas sus puestos de trabajo.
Partiendo de lo anterior, es vital mantener incentivado al equipo de trabajo, delegando a la tecnología tareas que puedan ser reemplazadas por bots.
Abordemos el problema
Sabemos que los sueldos y los empleos en Chile no son los mejores. En el rubro empresarial, las funciones que ejercen los empleados están muy desfasados a los tiempos actuales, lo que desmotiva a las personas en sus puestos actuales, al pensar que no van a cambiar su estatus profesional dentro de una empresa por la falta de objetivos.
Para retroceder estos efectos, la tecnología entra en acción para apoyar a la fuerza laboral. La automatización de procesos asume el rol de la persona, la cual desempeña una tarea totalmente monótona y sin valor y la efectúa de manera eficiente, constante y sin interrupciones.
Con esta herramienta funcionando, las empresas pueden ampliar su visión hacia el logro de metas. Con un equipo de trabajo enfocado en nuevas actividades, de una u otra manera ya comienza un nuevo camino para afrontar nuevos retos. Se podría decir que tiene un panorama más despejado.
La automatización no reemplaza a los humanos, al contrario, las personas son capacitadas para configurar esta herramienta y pueda ser adaptada según cambien las necesidades de la empresa. Sabemos que el panorama del empleo va a cambiar en un mediano plazo, pero con esto, también cambia el tipo de trabajos a realizar.
Jesús Fuentes-Prensa Apiux