Organizaciones recurren a la adopción de microservicios para reducir costos en inversión de software

En la actualidad, la palabra Microservicios es cada vez más conocida en el mundo empresarial. Se puede clasificar como una arquitectura capaz de adoptar aplicaciones de software divididos en pequeños servicios y que estos cumplan tareas determinadas según los requerimientos del cliente sin que estos afecten algún otro microservicio.

 

En su mayoría, los software monolíticos son los que suelen ser implementados en empresas, pero estos corren el riesgo de quedar obsoletos, todo esto depende del soporte que brinda el proveedor. Para evitar un cambio de plataforma completa más del 60% de las empresas han empezado a optar por la adopción de microservicios por el ahorro significativo que estos representan a corto plazo.

 

Cada microservicio corresponde a un área de negocio y son unos independientes de otros, es decir, que los códigos pueden ser desplegados sin afectar a los demás.

 

Uno de los principales beneficios de aplicar microservicios es la reducción de grandes costos que estos representan. Una empresa puede contar con una plataforma que cubra ciertas expectativas, pero con el pasar del tiempo estos corren el riesgo de quedar obsoletos y sin posibilidad de expansión. Con la adopción de microservicios las oportunidades de agregar funcionalidades en una plataforma se vuelve más factible que implementar desde cero un nuevo producto que corra el riesgo de quedar obsoleto en unos años.

 

Expande funcionalidades

 

Migrar es todo un desafío, pero si se cuenta con el apoyo correcto es un desafío totalmente alcanzable. Al adoptar la arquitectura de Microservicios todo depende del cliente. Gracias a lo flexible de esta arquitectura se puede agregar cualquier funcionalidad que sea requerida, pero antes es necesario evaluar ciertos aspectos.

 

1: Fase de identificación:

 

En esta fase del proyecto se debe conocer el alcance completo y la arquitectura de la aplicación actual. Esta parte suele ser un desafío, puesto que se basa en un conocimiento tribal que a primera instancia es difícil conocer todas las funcionalidades de una plataforma completa.

 

Es necesario aplicar una solución que ayude a descubrir cada componente, dependencia y llamado de terceros a su aplicación. Al conocer todas estas características se obtiene una idea clara de lo que se necesita migrar y tomar una decisión más informada sobre la arquitectura de servicios.

 

2: Evaluar rendimiento de microservicios

 

Luego de haber implementado la arquitectura de microservicios, hay que verificar que esta se ejecute sin problemas y que la experiencia del usuario no se vea afectada negativamente. Para medir el rendimiento, se utilizan métricas de rendimiento antes y después de la migración. Otra forma de medir la experiencia de usuario es establecer parámetros de desempeño, donde se capturan interacciones que suele realizar el usuario.

 

3: Monitoreo del nuevo entorno de microservicios

 

En las aplicaciones monolíticas, es común que se requiera de más de dos herramientas para analizar su rendimiento, gracias a sus largas líneas de código y sus extensas bases de datos. Con la implementación de microservicios se da la posibilidad de que cada servicio implemente su solución para evaluar el rendimiento sin importar la tecnología, base de datos y el proveedor de alojamiento.

 

El objetivo luego se convierte en encontrar una plataforma de monitoreo unificada que admita todos sus entornos, independientemente del idioma o la tecnología. Esta solución debe cotejar las métricas de su aplicación e infraestructura en una sola fuente de verdad, y permitir la correlación de esas métricas con la experiencia del usuario.

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