«Lo que te diferencia como emprendedor es la capacidad de ejecutar»: CEO de Apiux

Conoce la historia de Francisco Figueroa, founder y CEO de Apiux Tecnología. Su visión sobre cómo destacarse en una industria competitiva y cambiante. 

 

A Francisco nadie le dijo que emprendiera. A los ocho años tenía una venta de huevos, a los 10 soñaba con dirigir un kiosco y a los 13 ya quería su primer carro. El bicho de crear empresa lo picó y no lo soltó ni en la universidad: desde que era estudiante en la UDP, en Santiago de Chile, emprendió su primera compañía de tecnología. 

 

La vendió y después fue empleado como un año o dos, pero las ganas de crear no lo soltaron. En 2015 arriesgó todo su patrimonio para crear Apiux Chile, aunque para él, eso no ha sido lo más difícil de emprender.

 

Hoy, a sus 37 años, dirige esta compañía que se ha extendido a Perú, Colombia y España. Ha sido el único inversionista detrás de Apiux, que tiene ya 300 empleados y que va en camino a cotizar en la bolsa de valores de Nueva York y entregarle el 15% de la compañía a sus colaboradores.

 

Francisco no es el CEO de molde, no es el de las frases motivacionales, ni liderazgo de imagen. Él cree en los equipos. Aquí, nos ofrece su mirada auténtica del emprendimiento, cuenta los desafíos de hacer crecer una startup y hacia dónde apunta su empresa en los próximos años. 

 

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¿Qué encuentra interesante del emprendimiento?

 

Creo que es una palabra que está muy manoseada hoy en día, en el sentido de que se usa mucho. Pienso que la gente que emprende tiene que tener algo algo distinto, siempre estar desafiándose y enfrentar un poquito de adversidad. Uno tiene que estar preparado para eso porque los desafíos que uno asume cuando emprende no son menores todos los días. Siempre tienes que estar preparado para…

 

¿Cuál es el mayor desafío que ha enfrentado en Apiux?

 

Al principio fue súper difícil hacer creer a la gente que quizás yo, con 30 o 31 años, era capaz de armar una empresa como la que hoy está. En un comienzo la gente no me creía mucho y yo estaba muy seguro de que lo iba a hacer. Para mí era como algo que se iba a dar.

 

Independiente de los sustos y todas las cosas que pasan cuando uno emprende, yo sabía que esto lo iba a poder lograr. El primer y segundo año el desafío fue comenzar con esto, que tuviera forma. Cuando el avión toma altura, más allá de una u otra turbulencia que a veces sucede, vamos bien en vuelo. 

 

Usted arriesgó todo su patrimonio para crear Apiux, ¿qué piensa de la inversión de capital?

 

Ahora estamos viendo el venture capital, las apuestas de negocios. Yo prefiero buscar negocios mucho más fundamentados. Le creo más a las cosas que tienen fundamento que a las empresas que quieren conquistar el mundo.

 

Me llama mucho la atención la cultura startup, el emprendimiento, pero pienso que siempre tiene que estar fundado en cosas. Creo que las ideas valen bien poco y que la diferencia entre una buena y una mala empresa es la capacidad de ejecutar. Más allá de buscar capital, uno puede marcar la diferencia mostrando la capacidad de ejecutar las cosas.

 

Hay toda una mística respecto a la figura del CEO, cuéntenos algo importante de su agenda diaria

 

Hay una presión sobre el CEO: que llegue con una solución mágica a resolver problemas. Esa presión a veces se siente y creo que el deporte es una válvula de escape que me permite evacuar esa presión para no explotar. El deporte te ayuda mucho, te corrige, te permite tener una estructura y una rutina que te aliviana el día. 

 

Para mí, los días que hago deporte son muy distintos a los días que no hago. Es porque me siento bien, aliviado, despejado. Mi día parte a las 5 de la mañana, entreno para triatlón. Nado, hago bicicleta, troto. Tengo entre una hora y media y tres horas de entrenamiento. Si no tuviese el deporte, mi vida sería un poco más estresante de lo que puede ser. 

 

¿Cuál es su visión a futuro con la empresa?, ¿Qué metas tiene en el mediano plazo?

 

Nosotros tenemos un plan estratégico que tiene cinco ejes: atracción de talento, tecnología con sabor de negocio, productos y servicios innovadores, internacionalización y obviamente la rentabilidad. El plan está basado en crecer en esos ámbitos.

 

En el mediano plazo nuestras metas son consolidar Apiux Labs, una iniciativa que tiene la responsabilidad de generar valor al negocio; que nuestros productos puedan crecer, y consolidar las operaciones afuera: Colombia y España son una apuesta súper importante para nosotros. 

 

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Hace poco dio el anuncio de ceder un porcentaje de la empresa a sus colaboradores, ¿en qué va la idea?

 

Apiux es una empresa de personas y entendemos que como compañía somos un agente social. Nos llama mucho la atención el modelo de cooperativa. El deadline que tiene esta idea es el 1 de julio. Lo que va a hacer la cooperativa es comprar el 15% de Apiux Chile en un valor razonable (no de mercado).

 

Los empleados que van a aplicar van a tener que cumplir unos años en la empresa y querer participar. Van a ser dueños de 15% de la rentabilidad que se va a generar en cada ejercicio. Creemos que es un gancho super interesante, socialmente viene a reafirmar que somos una empresa para las personas. 

 

¿Cómo ve Apiux dentro de 5 años?

 

El gran desafío es llegar a Estados Unidos, es una cosa que me motiva mucho. Prestar servicios a una empresa estadounidense, por el nivel que hay que tener, sería un hito para la empresa. También llegar a ser más de 500 personas. 

 

¿Cuál es el mayor desafío para lograr ese objetivo en 5 años?

 

Hay un tema idiomático que no es menor. Uno quizá puede hablar inglés, pero hacer la vida en inglés es el primer desafío. Lo segundo es ser competitivo: cómo podemos llegar a un mercado donde realmente te crean y digan: ‘esto lo haces bien’. 

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