La ciberseguridad es un tema que siempre ha afectado a las instituciones y empresas que tienen constante contacto con el público, tanto así que ha  generado gastos multimillonarios a gobiernos y dejando expuestos miles de datos de ciudadanos. 

 

Un informe realizado por la IE Law School detalla que en Europa se producen 4000 ataques de ramsonware todos los días, lo que equivale a un aumento de 300% en comparación con el año 2015. El precio del cibercrimen tiene un coste mundial de alrededor 900.000 millones de euros anuales, una cifra la cual es cubierta en un 28% (256 millones). 

 

Chile no es la excepción, constantemente se reportan ciberataques, siendo las entidades financieras e instituciones públicas las más vulneradas. Entre el ranking de países que más ataques tiene en América Latina, Chile se posiciona en el tercer lugar después de Brasil y Guatemala.

 

Gracias al escenario de cambio tecnológico donde se encuentra sumido el país, muchas son las desventajas y vulnerabilidades que salen a la luz al momento de implementar una nueva tecnología o plataforma. La mayoría de los ministerios, instituciones y entidades financieras no cuentan con la expertise para enfrentar dichos ataques sino después de días o inclusos meses de que hayan ocurrido. 

 

Un escenario preocupante

 

A medida que estas amenazas aumentan, van adquiriendo más relevancia en los debates internacionales. En la Cumbre del G20 de julio de 2017 a Junta de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) alertó del riesgo que representan los ataques informáticos para la estabilidad y cooperación internacional financiera y destacó la necesidad de mejorar la evaluación de riesgos y la capacidad de respuesta y recuperación ante los ciberataques.

 

En la actualidad la ciberseguridad ya se considera una necesidad. El ganar esta constante batalla de ciberataques es una tarea diaria y masiva que las empresas e instituciones deben tomar muy en serio para proteger la integridad de sus clientes y sus bienes materiales. 

 

Prensa Apiux