Las Células Ágiles mejoran la productividad en proyectos TI
Las empresas han empezado a adoptar metodologías de trabajo que de una u otra forma armonizan el día y distribuyen la carga laboral de manera equitativa, además abre el paso a la flexibilidad, una de esas metodologías es la Agile y los equipos de Células Ágiles.
La agilidad es aplicable a cualquier área dentro de las empresas, siempre y cuando cumpla con objetivos del framework y el equipo cumpla con las tareas asignadas, de esta manera se responde más rápidamente a los requerimientos del área.
Pero no es una tarea fácil implementar una nueva modalidad de trabajo de la noche a la mañana. Una de las barreras que opone a que la agilidad se desarrolle completamente es la falta de una Cultura Ágil, mientras las personas no adoptan esta cultura, se dificulta más el cumplimiento de objetivos.
Es esencial que el equipo de trabajo centre su esfuerzo en obtener un aprendizaje continuo que abra paso a la democratización del trabajo del equipo, saber comprender el uso de herramientas informáticas de control, experimentar y aprender rápido de errores.
Por parte de la empresa, es ideal que éstas hagan que su equipo se sienta motivado para que den lo mejor de sí mismos en la ejecución de cada proyecto y que las soluciones entreguen valor continuamente al cliente.
Para responder a las crecientes demandas de la economía actual, es necesario saber cambiar el timón en el momento adecuado, una acción que hoy en día es posible gracias a la flexibilidad que brinda los modelos de trabajos ágiles. Pero tener una cultura agilidad no es tarea fácil.
Barreras para la agilidad
Al mismo tiempo que se implementa esta nueva cultura en las áreas, surgen problemas por parte del equipo de trabajo, una de ellas es la falta de experiencia, una mala gestión de cambio organizacional, la tecnología y sistemas heredados.
Para formar equipos aptos para afrontar estos cambios, es ideal que exista un plan que ayude a las personas entender lo que sucede en su entorno, para ello sería necesario definir:
1.- Estrategia: es necesario tener un propósito compartido en la organización y la visión de hacia dónde avanza. Las organizaciones ágiles comparten esa visión y es la que guía sus acciones.
2.- Estructura: caminar hacia un conjunto de equipos empoderados. Se trata de conseguir equipos multidisciplinarios que trabajan de forma autónoma, lo cual lleva a estructuras más planas y equipos con los roles muy claros y muy dirigidos a objetivos.
3.- Procesos: decisiones rápidas y ciclos de aprendizaje eficientes. Trabajar con iteraciones y experimentaciones rápidas para contrastar qué es lo que funciona y qué es lo que no. Todo ello requiere siempre de transparencia en la información
4.- Personas: personas dinámicas y con pasión por lo que hacen. Las personas se encuentran en el centro de la transformación y son el motor básico para conseguirla. Las organizaciones ágiles caminan hacia modelos de intraemprendimiento.
5.- Tecnología: y, por supuesto, resulta imprescindible estar siempre al día de la siguiente innovación tecnológica. Para muchas organizaciones, un “replanteamiento del modelo organizativo requiere un también de un replanteamiento de las tecnologías subyacentes”, para impulsar la transformación con un importante soporte tecnológico.
Las metodologías ágiles llegaron para quedarse y prueba de ello es la cantidad de empresa que implementa modalidades de trabajo que mejoren la productividad, de valor en cada entrega de producto y servicio y disminuya la respuesta con el cliente.
Jesús Fuentes – Apiux