¿Qué tendrían en común Google y la segunda mejor ciudad para vivir en América Latina?
Santiago de Chile ocupó el puesto 68 en el último índice Cities in Motion publicado por la prestigiosa escuela de negocios IESE.
Se trata de un ranking que evalúa 9 dimensiones de 174 ciudades en el mundo, para medir qué tanto se desenvuelven como smart cities. En la edición de 2020, la capital chilena fue la única ciudad de América Latina ubicada en los primeros 70 puestos.
¿Eso qué significa? La respuesta corta es que Santiago va adelante en la región en aplicar rasgos distintivos de una smart city y que son medidos en este ranking: gobernanza, economía, cohesión social, capital humano, proyección internacional, tecnología, planificación urbana, medio ambiente, movilidad y transporte.
Un análisis más profundo muestra que esta es de las pocas ciudades de Latinoamérica que se está tomando en serio los conceptos que son la espina dorsal de las urbes del futuro.
De acuerdo con este estudio, el indicador de tecnología es el segundo más alto (94) de la evaluación de Santiago, después de economía (103). Además, la capital forma parte del top 30 global en la dimensión de medio ambiente.
“Santiago es líder en su región. Junto con Buenos Aires, son las dos ciudades más innovadoras de América Latina. La capital chilena trabaja para ofrecer herramientas tecnológicas que favorezcan la coordinación territorial con el fin de que sus ciudadanos, comunidades y empresas puedan desarrollar sus proyectos. Según el Global Liveability Ranking 2019 (The Economist), Santiago ocupa el segundo puesto como mejor ciudad para vivir de América Latina”, se lee en la investigación de IESE.
Pilares de la smart city de Google
Las dimensiones evaluadas en este ranking se relacionan con la visión de Google de las ciudades inteligentes. Una que pone al ser humano en el centro, para mejorar su calidad de vida por medio del uso inteligente de los datos que se producen en una urbe.
La filial de innovación urbana de Google, Sidewalk Labs, ha explicado en seis partes cómo sería una ciudad inteligente diseñada bajo su visión:
- Ampliar el transporte público de forma eficiente y asequible.
- Caminar o montar bicicleta para satisfacer la mayoría de necesidades.
- Abrir paso a la nueva movilidad: más viajes compartidos y vehículos eléctricos.
- Reimaginar el transporte de mercancías: que lleguen de forma subterránea a las casas.
- Mejorar la gestión de la movilidad por medio de la tarificación en tiempo real para fomentar los trayectos compartidos o a pie.
- Diseñar calles que den prioridad a las personas.
Para lograr esas nuevas interacciones, Google Cloud Platform desarrolló Cloud IoT Core, un servicio que permite administrar la información de miles de aparatos conectados a Internet para tomar decisiones inteligentes basadas en esa información.
Los datos de contadores de energía, parquímetros, taxis, entre otros, son gestionados en la nube para prever la demanda de servicios en la ciudad, dar una mejor experiencia a los residentes y priorizar el uso de recursos. Tal y como se espera que funcionen las urbes más innovadoras del futuro.
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Esta es solo una de las múltiples soluciones que GCP tiene a disposición para ayudar a que las ciudades sean más inteligentes. Mientras Santiago de Chile avanza en los índices mundiales de smart cities, las capitales de América Latina siguen en deuda con una movilidad y planificación urbana pensada desde la tecnología.
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