Ha pasado más de un año desde que empezó la pandemia de covid-19 y hoy, más que nunca, las empresas navegan aguas de cambio e incertidumbre. Las consultoras boutique podrían ser el barco correcto para navegarlas.

 

El papel de las consultoras toma cada vez más relevancia, en la medida que no solamente entrega una solución sino que la implementa de la mano de las organizaciones.

 

Según un reciente informe de Forbes, el sector de la consultoría es uno de los que más rápido se está recuperando de los efectos económicos de la crisis. 

 

La razón es que la mayoría de compañías está pensando en cómo implementar nuevos proyectos para mantenerse vigente y acelerar sus procesos de transformación.

 

El reputado profesor de estrategia de negocios, Christian Stadler, ha explicado cómo la consultoría boutique se ajusta a lo que la transición a la pospandemia exige: agilidad y acción. 

 

Más que sugerencias

 

Las consultoras boutique son conocidas en el mercado porque ofrecen compromisos altamente especializados y una implementación completa de soluciones.

 

Se diferencian de legendarios grupos económicos porque tienen talento estratégico y técnico: ofrecen una orientación experta y también tienen los equipos para poner en práctica una solución.

 

Las empresas de hoy esperan más que una serie de recomendaciones: necesitan un equipo ágil que haga realidad un proyecto tecnológico. 

 

Cuando se opta por una consultoría boutique, las organizaciones ejecutan como si fueran startups al tiempo que ofrecen valor a sus clientes. 

 

Talento global

 

Otro de los puntos fuertes de la consultoría boutique es que entiende los cambios marcados por la covid-19 y no se limita solamente a la contratación local.

 

Si una organización necesita un consultor con habilidades específicas y una industria especializada, la boutique puede conseguirlo sin importar dónde esté ubicado y puede ofrecer más, si surge la necesidad.

 

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Las series de reuniones larguísimas y sin un objetivo fijo no son la constante de estas consultoras. Al contrario, trabajan por proyectos concretos e implementan en tiempos menores a 12 meses.

 

“Las empresas ya no quieren quedar atrapadas en costosos contratos a largo plazo que no van a producir un retorno de la inversión. Quieren trabajar con socios ágiles que puedan girar en un instante y pasar de un proyecto a otro”, explica Patrick Sheridan, fundador de la consultora boutique Modus Create.

 

El enfoque actual sugiere que las compañías no tienen porqué saber lo que pasará en los próximos años, sino que necesitan un partner que pueda ir a su ritmo. 

 

Eso se consigue más fácilmente en una empresa pequeña y ágil. La flexibilidad, la satisfacción y la acción son las características que hacen de las consultoras boutiques la opción del momento.

 

En Apiux trabajamos para apoyar a las organizaciones a cumplir sus objetivos de transformación digital.

 

Somos una consultora boutique, trabajamos con metodologías ágiles y llevamos a las empresas de la mano para hacer realidad sus proyectos tecnológicos.

 

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